Aladino y el Genio de la lámpara

¿Cómo un genio tan grande y fuerte puede salir de una lámpara tan pequeña? Y, más interesante todavía, ¿cómo consigue mantenerse suspendido en el aire?

La respuesta a la primera pregunta la dejamos a vuestra imaginación… pero para contestar a la segunda, apliquemos un poco de magia… perdón, de ciencia.

Cuando apretamos el botón rojo de la columna, por la boca de la lámpara sale un potente chorro de aire ascendente, que actúa sobre nuestro “genio-bola” así:

  • las moléculas de la corriente de aire chocan con la esfera produciendo una fuerza vertical y hacia arriba (E) que, inicialmente, supera el peso de la bola (P) y la impulsa a subir
  • Cuando la bola alcanza cierta altura, su peso y el empuje del aire se compensan y la esfera se queda flotando en equilibrio en torno a un punto en el centro del chorro.
  • Si la bola se desplaza un poquito hacia arriba, recibe un empuje ligeramente menor, que no es capaz de compensar su peso, así que la bola vuelve a caer hasta la posición de equilibrio. Y lo contrario sucede si se desplaza un poquito hacia abajo.
  • Las moléculas de aire del chorro se mueven a cierta velocidad; mientras que las de los alrededores están “en reposo” (realmente tienen un movimiento al azar de agitación térmica, pero no se mueven formando una corriente).

La física explica que el aire a más velocidad ejerce menor presión. Si la bola se desvía hacia un lado desde el centro del chorro, experimenta una presión menor en la parte más dentro de la corriente y una presión mayor en la parte de fuera. La diferencia de presiones empuja a la esfera hacia la zona de menor presión, es decir, la devuelve al centro de la corriente.

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